Si los perros –y los animales de compañía, en general– son los mejores amigos de los seres humanos, los veterinarios serán los mejores compañeros de aventuras tanto para el dueño como para el animal: a medida que crece el concepto de bienestar para las mascotas, el papel de los especialistas en la salud y el comportamiento de los animales se vuelve esencial.
Se trata de una relación que durará varios años: los cuidados preventivos, las recomendaciones de nutrición y actividades físicas, las consultas por caídas y otros percances harán que las visitas al consultorio veterinario sean regulares y tan especiales como contar con un médico de cabecera, al que pueden consultarse dudas e inquietudes, que conoce el historial del sujeto, al que puede buscarse en fines de semana o en altas horas de la noche.
De ahí que la agrupación American Kennel Club sugiera no solamente acudir a un veterinario porque alguien lo recomendó o porque es el más cercano a casa. Antes de elegirlo, anota, hay que visitarlo para conocerlo, al igual que a sus instalaciones. Esta visita, de hecho, deberá hacerse sin que te acompañe tu perro o gato, es meramente un acercamiento en que podrás observar la limpieza y orden del lugar, las tarifas y los servicios que brindan, es decir, si cuentan –por ejemplo– con un ala clínica (con rayos X, análisis de gabinete, hospitalización), o si más bien tienen espacios de estancia para cuando estés de viaje. Por supuesto, son muchos los servicios veterinarios que cuentan con acicalamiento (grooming) para perros.
Así es: la primera visita al veterinario se sugiere que sea sin que haya una necesidad de consultarlo, sino que sea para identificar si sus servicios y costos te parecen adecuados.
Cuando tengas oportunidad de hablar con ese especialista, hazle preguntas que te ayuden a conocer su estilo de trabajo: ¿Qué sugiere en los esquemas de vacunación, qué recomienda en métodos de esterilización?, ¿Cree en terapias alternativas, como homeopatía o acupuntura?, ¿Qué piensa acerca de la eutanasia para animales? Aquí no hay respuestas correctas o incorrectas, sino un estilo de trabajo que te convenza, que te parezca el indicado para ustedes.
La app Rover –empresa estadounidense que opera un mercado en línea para que las personas compren y vendan servicios de cuidado de mascotas– enlista, por su parte, una serie de condiciones que debes considerar en tu camino en la elección de veterinario. Enumera la edad del perro (o gato), si tiene alguna condición especial, es decir, alguna enfermedad crónica o necesidad especial.
Quienes tengan animales con varios años de edad quizá buscarán un vet especializado en cuestiones geriátricas. O si el perro ha desarrollado una condición como diabetes, será útil que encuentren a un experto en esta materia.
Una vez que hayas elegido al veterinario que mejor se acople a tu economía, estilo de vida y necesidades de tu perro o gato, entonces lo que sigue es… visitarlo, claro está, para una consulta de medicina preventiva (desparasitación, vacunas, revisión general) y, lo más importante: ser un buen cliente/paciente.
¿Cómo es eso? Siendo puntual en tus citas, haciendo los seguimientos adecuados a los tratamientos, pidiéndole que resuelva todas las dudas que puedas tener respecto a medicamentos y otras recomendaciones.