Al considerar un plan de evacuación por desastres naturales es importante integrar al animalito de compañía que vive en la casa. Si pensar en ese gato medio huraño o en el tímido perrito que se esconde por cualquier cosa te hace cuestionarte la pertinencia del procedimiento, debes analizar este punto: en las granjas y los criaderos, por ejemplo, no solamente se organizan, sino que logran desalojar enormes ejemplares durante las emergencias.
¿Qué magia es ésa? Simple: lo planean con detenimiento, siguen las reglas y, siempre que es posible, practican. Es decir, hacen simulacros. De hecho, muchos de los procedimientos de evacuación para animales domésticos se basan en esas experiencias con grandes animales, como referencia.
Así que es importante que tú también lo hagas con tus animales de compañía. No basta saber qué hacer, sino que, de tanto en tanto, lo ensayen, como un entrenamiento, para que si un día llegan a necesitarlo, puedan hacerlo. Esto es un punto esencial: considera que bajo presión seguramente la mascota se pondrá tan nerviosa como tú y será muy difícil lograrlo. Tienen que practicarlo tan cotidianamente que logren una respuesta condicionada en caso de llegar a necesitarla.
Lo primero a considerar es que debes tener a la mano elementos básicos: correa, caja transportadora, el collar con placa en el cuello de tu animalito —muchos usan, además, un chip de identificación— y bozal, en caso de requerirlo.
Los momentos en los que se puede activar este plan pueden ser incendios, huracanes, inundaciones y sismos. Estos son otros pasos que debes considerar:
1. Ensaya la entrada y salida de la transportadora. Esto es muy importante: que tu animalito entre y salga de ella con naturalidad. Incluso puedes habilitarla como un espacio para que duerma cotidianamente ahí, para que no represente un lugar amenazante. Deja ahí una prenda o tela que le dé calor y sensación de seguridad.
Incluye en la transportadora hojas de papel periódico: servirá para calentarlo y también para usarlo con fines higiénicos.
2. Establece un espacio seguro dentro de tu casa y prepáralo. Procura que sea un lugar en el que no haya sustancias peligrosas, ni objetos punzocortantes, ni huecos o rendijas en donde puedan quedar atrapadas las mascotas. De igual manera, visítenlo frecuentemente, para que sea un espacio familiar en el caso de que deba convertirse en un refugio.
3. Define un albergue. Puede ser la casa de tus papás, de un vecino o de tu mejor amiga, entre otras opciones. Un espacio que pueda resguardarte a ti y a tu mascota temporalmente, y que también visiten con alguna regularidad para que sea una zona conocida y amigable.
4. Identifica el sistema de alertas. La sísmica, los avisos de huracanes o tsunamis y todos los códigos de emergencia que funcionen en la localidad, que te permita establecer el momento en el que debes poner en marcha tu plan de acción.
5. Prepara, junto con tu mochila de emergencia, elementos de equipaje para tu animal de compañía: su póliza de seguros Medipet, de GMX; agua, alimento seco y enlatado; una prenda para abrigarla y algún juguetito para desestresarse. Si toma medicamentos, algunas dosis de reserva.
6. Resguarda en la nube, junto con tus documentos importantes, un apartado de tu mascota: cartilla de vacunación, datos de contacto del veterinario, estudios médicos y fotos recientes.
Resulta esencial que en este apartado incluyas la póliza de Medipet, el seguro de GMX Seguros que cubre a tu perro o gato de manera integral, tanto en enfermedades como en algunos tratamientos por lesiones.
Nunca dejes a un animal en un vehículo, ni atado o encadenado; tampoco lo dejes sin refugio. Si ocurre un gran desastre, tu mascota te necesita más que nunca.
Si te fijas, estos puntos son válidos tanto para perros como gatos, aves y hamsters, entre otros. Es cuestión de planearlo y lograrás protegerlos.
Fuentes consultadas: Protección Animal Mundial; PACMA; Ready (gobierno de Estados Unidos); Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA)