Nuestro entorno se vuelve cada vez más amigable con las mascotas –pet friendly–. Esto se debe a que cada día hay más de ellas: se calcula que en México, siete de cada 10 casas tienen al menos un animal de compañía, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Y hasta el 87% de esa porción está integrada por perros, de acuerdo con una encuesta de Inmuebles24, respondida por más de 1,000 personas. De esta forma, la convivencia con canes es algo común e implica, entre muchos otros factores, conservar un adecuado nivel de limpieza tanto del ejemplar como de su entorno, para evitar infecciones, infestaciones de parásitos y malos olores.
La higiene es resultado de una serie de pequeños hábitos acumulados: cepillar con frecuencia al perro, bañarlo con periodicidad, estar atentos a detalles como contar con productos para ahuyentar pulgas y garrapatas o asearlo después del paseo son factores que ayudarán a crear un entorno limpio, tanto para él como para sus compañeros humanos.
Es importante notar que hay cuidados de higiene que habrá que dejar en manos de los profesionales. Por ejemplo, el veterinario sabrá limpiar sus oídos internos y lo hará con la experiencia necesaria para no dañarlos. También sabrá cómo limpiar profundamente sus dientes, al menos una vez al año, para evitar la formación de placa bacteriana que, de acumularse, podría causar infecciones internas.
Luego están los estilistas de perros, expertos en baño, cortes de pelo y uñas, drenaje de glándulas y aseo general. Habrá quienes preferirán dejar en esas manos algunos de los cuidados de higiene y estética, mientras que algunos otros combinarán prácticas de aseo en casa y complementarán con las peluquerías veterinarias.
Esto es posible porque no exageramos al decir que hay toda una industria en herramientas de limpieza, útiles para los propietarios responsables que desean sostener una vida higiénica para su perro.
Tanto en tiendas especializadas como en grandes autoservicios pueden encontrarse, por ejemplo, alicates y limas cortas para las uñas. También una variedad de cepillos, que se adaptan al tipo de pelo del ejemplar, uno de los aspectos más básicos para mantenerlos limpios, sin nudos y detectar fácilmente si está presente algún tipo de plaga, para combatirla inmediatamente.
La hora del baño es un momento particular que cada propietario resolverá de acuerdo a su espacio en el hogar, así como el tamaño de su perro. Pero ya hay disponibles desde tinas especiales para colocar al animalito y bañarlo, hasta regaderas tipo teléfono para asearlo en la regadera.
Se recomienda contar con elementos de limpieza expresamente diseñados para perros y evitar los productos para humanos, pues la piel y el pelo son muy diferentes entre especies. Usar productos no creados para ellos puede derivar en problemas como hongos, caspa e irritaciones.
Así, es recomendable tener un shampoo para perros, al igual que jabón para ellos. Los hay en versiones antipulgas, contra piojos y garrapatas. También hay talco para control de parásitos, soluciones para desenredar nudos de pelo.
Por supuesto, debe contar con su propia toalla para secarlo, idealmente de microfibra para no dañar su pelo, ni crearle estática.
En el mercado también pueden encontrarse toallitas húmedas para perros, cómodas para limpieza después de los paseos o tras acciones que puedan ensuciarlos. Es importante subrayar que se trata de piezas especiales, sin alcohol, aptas para uso veterinario.
También hay “cepillos de dientes” e incluso pasta dental especial para el aseo en casa –que solamente será complementario a la limpieza profunda que hace el veterinario–. Hay varias versiones de estos instrumentos para uso doméstico.
En muchos casos pueden localizarse hasta versiones “naturistas” de varios de estos productos: jabones hechos a base de té verde y hierbas de olor para el aseo canino, así como soluciones también basadas en plantas, para desinfección y prevención de infestaciones.
Más allá de la hora del baño, hay otros momentos en los que hay que fomentar la higiene. Están, por ejemplo, los tapetes sanitarios con su respectiva base sujetadora y ambas cosas se complementan con un líquido atrayente, para que el perro se habitúe a usar determinados espacios para sus evacuaciones.
También hay soluciones desinfectantes, de base natural o artificiales, para eliminar olores o limpiar alrededor de tapetes sanitarios y los dispensadores de comida.
La incorporación de todas estas herramientas derivará en una mejor calidad de vida tanto para tu perro como para ti.